Siempre adelante, el camino que dejamos atrás siempre es peor que aquel que vislumbramos, lineas discontinuas en nuestro futuro pero con un piso firme y de fácil rodaje.
Cuando se dibuja inconscientemente la fatalidad fingida de un pesimismo baldío, cuando todo lo vemos de color asfalto y calor fatigoso, cuando el mar es una jungla, el aire nos asfixia, el fuego nos hiela el alma, cuando presentimos mentiras de un fin aún lejano y somos nadie para nosotros mismos, cuando pensamos que el amor que nos rodea es una despedida, cuando todo lo blanco lo trocamos en negra maldición. Tenemos que amar nuestras vidas, querernos como nadie, abrazarnos a los nuestros con más fuerzas, ignorar las voces ingratas e insolentes que acuden para hacernos daño, revisar el anecdotario de nuestros éxitos, gritar nuestro nombre alma adentro... en resumen, machacar a la ansiedad de sentirnos menos y ser únicamente lo que queremos ser, aquello que soñamos.
El orgullo de sentirse querido es la satisfacción más placentera que pueda disfrutar un ser humano, reír porque la risa purifica nuestras almas cuando se ríe sin tapujos, beber el vino que entrega la copa de la amistad, dialogar sin miedo haciendo frente a nuestras miserias y jamás confundir optimismo con ignorancia ni fatalidad con pesimismo.
Crece amor mío
levanta tu alas
vuela por el cielo azul
en ti confío
en tu luz, en tus palabras
aléjate de lo ingrato
de lo pobre y lo fatídico
y muestra lo que eres
un ser que lleva en las manos
el tesoro de lo idílico
sobre un manto de claveles.
Despierta amor y vive
tu futuro sólo es
un deseo por venir
el presente se escribe
con versos sobre la piel
a fuerza de ser feliz.
Estamos orgullosos de tí, de tu esfuerzo por ser más, y de tu bondad sin limites...
Te quiero.
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